La zona débil
El espacio entre Keita y Busquets fue un filón para el fulgurante arranque de Pato. Su endiablada velocidad y los movimientos de ruptura al punto débil bastaron para dejar en evidencia las carencias de Keita en el vértice (tiene cuerpo y alma de interior) y los problemas de Busquets en los cruces largos (rectificado de Guardiola con Abidal en el cuerpo a cuerpo frente a Pato). Sólo eso. Una pieza, un talento individual. Nada de Cassano, nada en zona ancha y sin poder contar con el único que juega a lo mismo que el carioca, su compatriota Robinho. A chispazos le acompañó la calidad innata del legendario Seedorf. Renovación es la única palabra viable para un sólido proyecto milanista. Pato, Robinho y Thiago Silva deben ser los bastiones.
El arquitecto y el ángel
Tras los arreones de Pato, la maquinaria empezaba a engrasar, la catarata de acercamientos se producía. Xavi se adueñó del partido. Poseyó el balón, lo acunó y lo meció en la zona ancha. Hernández percutía sin balón en los aledaños del área, pero con un punto enérgico inferior a lo que requería el duelo. Le falta llegar a su estado óptimo de forma. Con balón, trazó tiralíneas, no aprovechadas por las alas. Es el arquitecto de la cúpula más perfecta, pero en ella descansa un ángel, un ángel con alas que convierte lo inverosímil en algo cotidiano. Messi patentó otra maravilla. Arrancó en el carril central, cambió de ritmo y en un pestañeo rebasó a un Abate -que esperaba en las Galápagos- para liftar el balón hacia la llegada de Pedro para el gol. Al margen del dúo: genialidad de Villa a balón parado, presión más tímida en ¾ y claro dominio hasta el golpe de suerte milanista en las postrimerías del partido.
Extra de celeridad
Se ganó en Zagreb, pero el equipo siguió alargado, con ansias de llegar al arco rival. Exceso de verticalidad, sin la pausa requerida de Özil, desaparecido en combate. Una vez más, decidió Benzema (el mejor en la noche de ayer) generando superioridad, aupando a Marcelo al espacio, viendo bien éste la llegada exterior de Di María. Las grietas en la zona central multiplicaron en retaguardia la figura de Pepe, elástico como siempre y guardián como pocas veces de Carvalho, que ha experimentado un claro bajón físico y llega con problemas a la recuperación. Mención aparte la permisividad del colegiado con Jerko Leko –nombre idóneo como espía o sicario de la KGB- y su repertorio de entradas. Ronaldo acabó machacado. Tres puntos, era lo importante para rodar con buen pie, frente a un interesante Zagreb que no renuncia al toque en el piso.
Sociedad familiar
Debut europeo del Atlético (21.00), frente a los suyos y ante el histórico Celtic, entrando en liza una sociedad esperada: Diego-Falcao. Manzano prescinde de un tercer medio todoterreno para dar entrada al ilusionista brasileño, jugando con el 4-3-3 y el 4-2-3-1 para optimizar recursos. Arda espera en banquillo. Reyes y Adrián acompañarán al tiburón colombiano. Rotaciones en los laterales.
Pongamos probaturas
Es el loco Bielsa, ya lo decía en el artículo Diez negritos, tardará en carburar, conseguirá desquiciar al aficionado impaciente, su obra es muy compleja. Hoy (19.00) ante el Slavia de Praga, que apeó a la Roma de Luis Enrique. Vuelve Iraola al “2”, De Marcos al “3”, retrasa a Javi Martínez y juega con doble pivote parco en construcción: Gurpegui-Iturraspe. Esperando las diabluras de Muniain.
Del banquillo al camerino: Sólo un empate del Valencia en Genk, el pinchazo les obliga a los chés a encarar los próximos enfrentamientos en plenitud de fuerzas. La papeleta es más oscura para el Villareal -encuadrado en el grupo de la muerte- que fue superado holgadamente por el Bayern. Continúan los problemas defensivos para Garrido. La sorpresa saltó en Milan, el Trabzonspor turco le arrebató los tres puntos al Inter, se pide la cabeza de Gasperini.
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