domingo, 14 de octubre de 2012

Shakhtar Donetsk, mestizaje

Publicado para masliga.com

Cuna minera del carbón, manto de agua que fluye por sus ríos, cinturón agrícola que enriquece sus tierras. Donetsk, ciudad oriental ucraniana, postrada en la recóndita región que va a descansar en el enigmático Mar Negro. Shakhtar, vaso dilatador balompédico de la cuenca de Donbas. La fusión kapuscinskiana club-ciudad ha adquirido firmeza y vigor en los últimos años.

Lucescu es uno de los culpables de El Imperio de un club de perfil medio en la era soviética que, tras la desmembración, se ha adueñado de la hegemonía nacional -siete títulos ligueros en los últimos once años- y ha asomado en el panorama europeo con la consecución de la Copa de la UEFA de 2009. Y ahí siguen. Mantienen el bloque que les llevó a la gloria tres temporadas atrás –sin Jadson pero con las explosiones de Mkitharyan, Willian y Rakitskiy-, aunando la pudiente apuesta por la fantasiosa legión brasileña con unas dosis de rigor del Este.

 Ahora bien, si algo ha evolucionado en el combinado que dirige el técnico rumano es la capacidad para ampliar sus registros y dominar las diferentes fases del juego. El Shakhtar contra-golpeador ha dejado paso a un Shakhtar de manejo circense en ataques posicionales y letales arrancadas desde campo propio. La madurez de algunas piezas ha sido clave para manejarse con mayor soltura en cualquier plaza. Y el 4-2-3-1 cuaja con la afirmación anterior.

La portería la defiende el irregular Pyatov, titular con la selección en la pasada Eurocopa tras beneficiarse de la sanción por doping al titular, Rybka. Impredecible en su desempeño. Lagunas para jerarquizar área chica pero buen desempeño a bocajarro. Ágil bajo palos y en el uno contra uno.

Crean superioridades desde los laterales pues interiorizan la posición los supuestos extremos. El croata Srna y el rumano Rat otorgan amplitud por derecha e izquierda –respectivamente- y gestionan 80 metros de idas y venidas. Srna es doble lateral, lateral para desdoblar a interior o volante con repliegue largo. Una coraza de hormigón con paredes de rubí. Probablemente, el número 2 de su posición tras Dani Alves. Competitividad y pura idoneidad a múltiples contextos. Su precisión y habilidad en espacios reducidos le permite influir por delante de balón, su inteligencia y potencia para batir línea le convierte en pilar elemental para romper por sorpresa. Sentido táctico y punta de velocidad para no ser muy exigido en transición defensiva, tren inferior y juego aéreo para amarrar en posicional. Alma de este Shakhtar que encontró a su homólogo en el ´3´, el infravalorado Rat. Ajeno a la lámpara mediática, pero de buenos registros en el balance defensivo-ofensivo. Poderosa y fina zurda que le convierte en una salida más para burlar escenarios cerrados. En estático maneja bien el mecanismo de basculación ucraniano, aunque sufre algo más corriendo hacia atrás. Inteligente midiendo esfuerzos. En zona de centrales, el equipo sufre en campo abierto (un punto de lentitud), de ahí que el medio centro posicional mengue el triángulo para reforzar la espalda de la línea central. Kucher –por derecha- y Rakitskiy -por izquierda- son indiscutibles ante los continuos problemas físicos del ex barcelonista Chiglinskiy. Buena colocación, dominio aéreo, expeditivos en defensa replegada. Kucher es perfil más marcador mientras que Rakitskiy es especialista en salida de balón y desplazamiento frente a altas presiones del rival. Por el contrario, muestran sus carencias en cruces largos.

Es Hübschmann el vértice encargado de cerrar el sistema. Apoyo cerca de centrales y ayuda para la conducción del lateral. En fase ofensiva, permite el escalonamiento de su acompañante. Primer pase fácil sin tener especial talento para distribuir, lo que le convierte en mecanismo corrector y prolongador. Perro de presa en la recuperación, atolondrándose menos defendiendo de cara y en posicional. Si el checo marca la divisoria defensa-ataque, todo lo que viene por delante es oro puro en talento y un crisol de permutas para entonar una bella sinfonía. El 4-2-3-1 se transforma en 4-1-4-1, 4-1-3-1-1, incluso 4-1-3-2. La tropa brasileña (Fernandinho por dentro, Teixeira por derecha y Willian por izquierda) se completa con el pura clase armenio Mkitharyan que viene a ocupar posición de enganche, enriqueciendo el juego asociativo de cara y a espaldas del cuero. La disposición en zig-zag pentagonal no tendría sentido si Fernandinho no generase una nueva línea de pase. El brasileño tiene destreza para girar, esconder y habilitar. Es carne de selección visto el panorama de Menezes en la medular. No pierde posición. Si Teixeira o Willian tiran diagonal, él inicia movimiento de apoyo exterior; si Mkitharyan tira el apoyo hasta círculo central, invierte la disposición. 


Teixeira, Mkitharyian y Willian son beluga para matar en estampida o dominar con paso plomizo. Permutas constantes. Buenos automatismos de los brasileños para iniciar el movimiento interior cuando el lateral de su banda se acerca a su altura. Willian tiene más talento para –a la vez- congelar y hornear a fuego vivo el ataque. Alex Teixeira rompe más veces en ebullición. Habilidosos, rápidos y de basto repertorio en el uno contra uno. Sobresalientes en gesto técnico, control orientado y último pase. Una nota a la que se apunta el mediapunta armenio (mediocentro hasta la temporada pasada), que se convierte en matrícula de honor cuando hablamos de ejecución y definición. Mkitharyan Lleva ya la friolera de 14 goles cuando esto no ha hecho más que empezar. Aparece sin balón como falso ´9´, beneficiado por el arrastre de centrales que realiza el punta; rompe con él en pared o acción individual. Casi siempre genera ventajas al primer toque: gira rápido, piensa antes que los demás y descongestiona. Para dar sentido a la línea precedente, crece la figura de Luiz Adriano. No es un rematador regular, sí un excelente intérprete del juego colectivo. Técnico, peligroso en desmarques, cae a bandas, pica en velocidad punta y pivota. El ´9´ brasileño al fin ha madurado.

Éste Shakhtar mixto (posicional+contragolpe) rota con un interesante banquillo que espera la eclosión de las otras jóvenes perlas brasileñas (Douglas Costa y Dentinho), mientras Ilsinho sigue siendo un importante valor polifuncional, Stepanenko un recambio de nivel para el vértice, el recién fichado Devic un suplente de lujo para Luiz Adriano, Eduardo da Silva dosis de bagaje y los internacionales ucranianos Gai, Chiglinskiy, Shevchuk y Fedetskiy un fondo de armario para sostener el entramado defensivo de un Shakhtar que no debería tener problemas para ser más regular que el Dinamo Kiev. Un Shakhtar que, a pesar de haber caído en el grupo de la muerte con Chelsea y Juuventus, se halla en una posición privilegiada para acceder a los octavos de final de la Champions.




No hay comentarios:

Publicar un comentario